Anoche Sevilla se vistió de ganas de recibir a una de las artistas más polifacéticas de este país.
Anoche, Mónica, hizo algo que no había visto nunca, una mezcla de orquesta sinfónica mezclada con una de heavy metal, y ¡cómo sonaba! Una coral de más de 15 voces vestían el escenario, el cual no dejaba de brillar gracias a la voz de la pantera y a sus lentejuelas.
El repertorio inmejorable, los mayores éxitos de sus discos y las nuevas canciones que salieron a la luz hace días y que Mónica defendió como solo ella sabe hacerlo: insuperable.
Homenajeó a Camilo Sesto y a su comadre Rocío Jurado, que parecía que estaba allí. Esta nueva estapa es, para Mónica, el punto de partida.
Quiero destacar la capacidad vocal de la pantera, la cual no ha perdido un sólo ápice de calidad sino que ha ganado riesgo, soltura e incluso frescura.
Tuve un nudo en la garganta todo el concierto gracias a todas esas personas que disfrutaron durante más de dos horas de concierto y dónde se podía palpar la emoción allí existente.
Tuve la suerte de estar en primera fila y poder disfrutar lo más cerca posible de todo el espectáculo que Mónica y toda su banda anoche nos regaló. El auditorio Rocío Jurado estuvo a sus pies durante todo el concierto.
Monica vino para quedarse, pero nadie sabe por cuánto tiempo, cuándo lo necesita se va, para volver y saber que lo que va a hacer es lo que ella quiere y lo que sus fans esperamos.
Enhorabuena a todo el equipo que hizo posible de anoche una noche mágica para el recuerdo, eso sí con unas ganas increíbles de volver a ver algo así.
Pd: Mónica, gracias por hacerme sentir que ella estuvo ahí, conmigo. Gracias de corazón.
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