No te enamores nunca,
no te enamores jamás
que tu sonrisa de niña
se puede marchitar
con lágrimas puras y frías
que tardarán en secar
que el amor es algo serio
que te puede destrozar
que te deja un vacío
que tardarás en llenar.
Y por mucho que te diga
sé que no me escucharás
que conocerás a alguien muy especial
y despacito, casi sin saberlo
de él te enamorarás.
Un día vendrá a buscarte
y os sentaréis en un bar
y te hablará de cosas
que no habrás oído jamás.
Te besará despacito,
quizás te asustarás.
Este día tu mundo cambiará,
lo verás maravilloso,
un mundo de cristal
en el que solo los dos podéis habitar.
Mires donde mires su nombre encontrarás
su mirada, su sonrisa
y su forma de besar.
Tu corazón pequeño grande harás
y en tus libros y pupitres
su nombre grabarás
con una letra que no podrás borrar.
Pero un día
este mundo verás derrumbar.
Una lágrima mojada
de tu rostro caerá.
Pero al cabo de un tiempo
con otras lo verás
tú conocerás a otro chico
que será muy especial,
te gustará su cabello
y su forma de mirar
y aunque no te des cuenta...
te habrás vuelto a enamorar
Hace años que descubrí este poema que no guarda en su interior ni más ni menos que una gran realidad