Pues sí, así de profundo me encuentro, pensando en lo que vale un te quiero o del valor que cada persona, individualmente, le da.
Un te quiero tiene un valor infinito, es la clave para demostrar a la otra persona, o a ti mismo, un sentimiento tan inmenso como es ése. Es el clímax de toda verdad y toda razón, donde, a veces, solo se responde con una sonrisa o un parpadeo ya que no hay palabras que acompañen, o a veces, se usa sin razón, sin sentimiento y sin verdad.
Cuando esto pasa, compruebas solo una cosa, un te quiero tiene más valor del que se le da.