sábado, 30 de agosto de 2014

Incultura nivel: Experto

Hace unos días estaba con la familia charlando, riendo... y una persona hizo un comentario que me dejó como el iceberg que hizo hundir al Titanic: "ustedes, los gays, siempre os estáis riendo de todo el mundo."

Tras tragar saliva y pensar que todo lo que se me pasaba por la cabeza no podía decirlo, me contuve y se creó un debate bidireccional en un halo de tensión que se podía palpar con la yema de los dedos.

Esta persona generalizaba las risas y mofas en todo el colectivo gay, algo que, a mi parecer, resulta bastante absurdo y de poseer, escasamente, la inteligencia justa para poder pasar el día con dignidad.

Yo me planteo los siguientes aspectos:

1- Esta persona no valoró que el generalizar puede resultar un arma de doble filo para rebatir con argumentos sujetos con pinzas débiles y bastante demagogos.

2- Tampoco se tuvo en cuenta los años que este colectivo, al que esta persona achacaba que se burlaba constantemente de la gente, lleva luchando por una igualdad que no es que no termina de llagar, sino que está camuflada en un paquete de dimensiones desorbitadas de hipocresía y falsedad, a parte de la cantidad de insultos, vejaciones y desprecios al que este colectivo lleva expuesto desde que se tiene uso de razón.

3- Esta persona cuando hizo ese comentario no se dirigía a una persona, solo veía a un homosexual pero... a caso ¿no somos personas también? ¿No tenemos sentimientos? ¿Vamos a cargar toda la vida con el peso de la incultura de los demás sin motivo alguno?

Lo peor de todo este asunto es que estas proezas son trasladadas a hijos y de ahí que avancemos poco, de ahí que interese más el nuevo tatuaje de Cristiano Ronaldo que la propia realidad.

A veces pienso que la vida es un toro con el que nunca pararemos de lidiar. Un toro al que, estas personas, hacen tremendamente gigante.


"No aislemos, intervengamos."